martes, 28 de septiembre de 2010

Bicentenario e independencias: ¿y las tostadas apá?




No estaba muerta ni andaba de parranda, tampoco me exprimió la última amenaza verde todo el ingenio de lo sexy de mis días que tengo por compartir…y bien sabía que no podía dejar de mencionar sobre la celebración del Bicentenario.

El bicentenario era de México, ese se lo llevó todito … yo entre menos años se me noten mejor, para que voy a andar queriendo robarle cámara a México y sus 200 años. Pero ¿de qué eran los 200 años si la independencia se consumó en 1821?, Shhhhhhh pues para qué esperarnos tanto a celebrar jajajaja. Uy no! Para que me meto en esa broncota histórica, luego que si Televisa se robó al Pípila, que si los niños héroes, y qué tenían que ver los niños héroes ahorita, ah es que también se los inventaron… igual que nos inventaron seguramente la valentía de muchos héroes y la bondad de otros, nos disfrazaron las traiciones, nos maquillaron los números y cualquier parecido con la actualidad es pura coincidencia jojojo… pero si hablamos de hace 200, dicen que la distancia es el olvido y que solemos magnificar las cualidades de lo que está lejos (mi amor, esto no aplica para ti jajajaja).

La independencia era la de los asistentes porque no llevamos novios(as), esposos(as), ni amantes… nada más éramos mis hermanastras, mi hermano y yo (los independientes) más mis padres que se sumaron a la reunión. Desde la organización estuvo el relajo, les dije, hace mucho que no hacemos algo y hoy además vale la pena celebrar, vamos a reunirnos y nos cenamos unas tostadas y un tequila, pero ellos que si mejor nada más el tequila y botanas (seguro para ahorrarse al máximo cualquier esfuerzo), y mis tostadas fueron enviadas a la ídem…

Originalmente las compras las haríamos una de mis hermanas y yo, pero mi padre quiso acompañarnos para supervisarnos y lo hizo muy bien. Porque sin su presencia mis tostadas hubieran seguido sin éxito. Cuando él dijo “y unas tostadas de atún y otras de frijolitos, queso y jamón”, todos dijeron “siiiiiiiiiií”, miserables barberos si cuando yo les dije hasta me abuchearon. Pero claro, la autoridad es la autoridad.

En la elección del tequila mi padre trataba de decidirse cuando una de mis hermanas se atrevió a insinuar “con que emborrache padre!” que blasfemia! jajajajaja menos mal mi padre conocedor nos regaló un tequila de edición especial bastante añejadito… sumado a las dos botellas que ya había en casa de uno ligerillo de no tan mala calidad y otro del mismo que compró mi padre pero no añejo sino más bien reposado según la etiqueta y según yo, porque no sé desde que fiesta lo teníamos guardado jojojo, que fue con los primeros con los que empezamos; claro después de las tostadas =).

Los padres nada más nos acompañaron la cena y un rato más y cuando se fueron a dormir y nos heredaron la música de Vicente Fernández no tuvimos valor ni ganas de ser dj y decidimos que Vicente y sus 250 canciones del mp3 nos acompañaran, total si seguía habiendo tequila, que Chente siguiera cantando ajuaaa!

Y a las 12:30 a.m. “oigan ni dimos el grito” dijo alguien, pero al cabo que el grito ni era a las 12 y no sé ni que íbamos a gritar pensé yo, todavía en completo estado de sobriedad…

Nos organizamos con las partidas de rummy que tanto disfrutamos y después del rummy siguió el dominó. Claro el que perdía se empinaba el caballito de tequila y los que ganábamos pues algunos también jajajaja. Me preocupaba mi hermana la que ya subida de copas quiere comerse los aretes, pero pensé ¡que cada quien se preocupe por los suyos!... Aunque admito que esa noche se ganó mi respeto dejando sus prácticas de faquir a un lado y aguantando estoicamente la ingestión de caballitos de tequila sin aparente ebriedad y digo aparente porque después dio un azotón del que ni se acuerda… pero para que hablo de eso si yo ni me acuerdo de su azotón jajajaja =/.

Y como no me voy a balconear aquí cierro este relato… y por quienes se acuerdan de lo que ahí pasó, les pido por favor hagan su blog aparte jajajaja ¿Qué dijooooooo?...

¡Salud!

jueves, 23 de septiembre de 2010

Amenaza verde






Siempre pensé que cuando viviera mi primer ataque por parte de alguno de los animales exóticos (víboras, murciélagos, alacranes, escorpiones, tarántulas y demás) que se meten a mi lugar de trabajo se produciría un caos… y es que no respondo de mi “valentía” y de esos “sonidos” agudos que puedan escapar de forma involuntaria de mi garganta. Pero también sabía que varios valientes se presentarían de inmediato y sería rescatada rápidamente aunque después me abochornara de tan jotas reacciones mías.

Pero no fue así…y si se lo están preguntando sí, fui atacada por una amenaza verde…

Una compañera de trabajo me llama al patio de la oficina para enseñarme un pequeño gusanito peludo de un color verde intenso, exótico, casi fluorescente, me dijo: “¡mira esos gusanos son muy malos!”... yo abrí la boca asombrada y agradecí estar lejos de él y que desde luego fuera tan pequeñito y me permitiera sentirme en superioridad aunque fuera en proporciones físicas… continuó diciéndome: “Uy un simple roce con sus pelitos y te va muy mal”… “míralo y tan chiquito” dije, y me regresé a trabajar confiadamente, sí, con mi alma sana y en completa paz.

Un par de horas más tarde comencé a sentir una sensación de entre comezón y dolor en mi brazo cerca del codo, pensé que el roce al recargar las brazos en mi silla me había provocado alguna irritación, pero la sensación continuaba y se incrementaba, pensé que podía haberme enterrado algún “aguate” o espinita y oprimí la zona afectada, luego rasqué, la sensación no era insoportable tampoco así que dejé de observarla durante varios minutos hasta que me dio curiosidad y me volví a asomar… descubrí que tenía una especie de ronchita y pensé ahhh me picó un mosco raro jojojo pero a ésta se fueron sumando una más y otra y descarté la idea de que un batallón de moscos me hubiera atacado al mismo tiempo y yo ni cuenta me hubiera dado.

Revisaba la silla tratando de encontrar algún borde extraño y fue cuando lo vi… ahí caminando alegremente en la pata de la silla, probablemente ya huyendo cínicamente después de su ataque o quizá tratando de subir nuevamente a atacarme, ahí estaba esa amenaza verde… ese que me habían descrito horas antes como un gusano muy malo… recordé: “un simple roce con sus pelitos y te va muy mal”… creo que me puse pálida y fui a buscar a la compañera de trabajo que me lo dijo pero ya había terminado su jornada laboral y se había ido. Ayyyyyy por qué no habré preguntado por esos terribles efectos que provocaba un contacto con ese bichito… cuántas horas me quedarán de vida pensé mientras comenzaba a ver como ahora la serie de ronchitas se inflamaba y se convertía en una sola grande y abultada… me preocupaba no saber en qué fase estaba y lo que venía…

No sé si fue mi mente traicionera o fueron reacciones reales, pero sentí que mi brazo se dormía ligeramente… luego una sed me invadió y sentí que mis labios también se dormían, toqué mi frente para identificar si la fiebre habría llegado pero aún no. Me pregunté si en la clínica cercana tendrían el suero contra los efectos de dicho veneno jajaja ya sé, ya sé… soy bastante exagerada a veces… por si las dudas y antes de perder la movilidad de mi cuerpo fui a buscar a otra compañera de trabajo.

Puede venir le dije y me acompañó, pero al verme acercarme sigilosamente a mi silla ella se puso alerta como esperando ver algún bicho extraño y enorme, claro que cuando le enseñé el gusanito ella soltó sonoras carcajadas… “emmmm no, no le temo al gusanito” le dije, pero ella no paraba de reír =/… “mire en realidad la llamé porque una compañera me dijo que eran muy malos esos gusanos y quiero saber los efectos”… creo que para aliviar su risa me dijo: “espera te traigo alcohol y algodón”… regresó más tranquila y mientras yo oprimía mi brazo contra el algodón empapado en alcohol y pensaba en qué podría hacer eso contra un veneno tan potente le pregunté nuevamente por los efectos y como ella desvariaba tuve que preguntar directo… “dígame al menos que viviré mañana”…después de otro ataque de risa me dijo “¡no inventes!”. Me explicó que éste era uno muy pequeñito, que generalmente son unas 15 veces más grandes que él y que esos lo que pueden provocar son fiebre y sí dolor intenso en la zona de contacto… se llevó al gusanito y espero sinceramente que no le haya dado muerte, ¡después de todo yo viviría para contarlo!.



martes, 14 de septiembre de 2010

Más que Momias




¡Y que me voy a Guanajuato! Aproveché la invitación de una amiga para poner palomita a ese lugar que tenía tantas ganas de conocer =).

Los residentes guanajuatenses tienen la idea de que todos los turistas llevamos la intención de conocer a las momias… jejeje yo también llevaba esa intención! Lo peor, ellos no las recomiendan y si llevan de tour a alguien con la pena pero mejor lo esperan afuera =/. ¿Tan mal están las momias?. Una señora en el tour que tomamos mi compañera de viaje y yo respondió lo siguiente cuando el guía nos preguntó qué tal las momias: “pues no son la gran cosa, con ver una todas las demás están igual!”… gran mentiraaaaaaaaaaa! Yo me divertí mucho investigando en sus posiciones, gestos, ropa, la causa de su muerte y puedo decirles que de ninguna forma me parecieron iguales, bueno si hay algunas con misma causa de muerte, pero van desde muerte por infarto, dolor de panza, cólicos premenstruales (esto me preocupó por estar cerca de los míos), ataque de risa, ahogamiento, complicaciones de parto, berrinche, hasta el que se lleva mis respetos y murió en pleno orgasmo durante una autoestimulación. Sólo una momia me dio miedo, la de un bebé… pero pensé caray porqué si Hollywood puede hacer una porquería como “Chucky el muñeco diabólico”, nosotros no hacemos aquí con esta momiecita algo que sí espante!... no, definitivamente no valoramos lo que tenemos!

Dijeron los guías (a quienes les creí la tercera parte de sus historias después de cacharlos en algunas inconsistencias) que el gobierno ya no quiere más momias y que si Usted querid@ amig@ lector(a) resulta al final de sus días, enterramiento y descubrimiento, hecho una momia, el gobierno le permite a los familiares que hagan lo que les de la gana, en este punto agradecí no ser de Guanajuato y poder quedar como momia, pues no me veo exhibida en la sala de mi casa o en mi cuarto =/ por si las dudas lo hago público, pido mi incineración!

Punto y aparte con las momias. Guanajuato es hermoso!!!!!!!!!... hay muchas cosas por ver, pero dan tantas ganas de no ver todas para tener pretexto y regresar…

Por cierto, otro de los puntos del recorrido fue una mina y yo estaba feliz pensando en llegar a muuuuuuuuuchos metros bajo la tierra, que me dieran unas botas, mi casco con lámpara, una cuerda y un pico para al menos encontrar una piedra sin valor pero extraída por mí!... en realidad sólo bajas unos cuantos metros y llegando al tope apenas y hay ligeros brillos en la pared (o mi cabeza eso quiso ver), nada de pico, botas, cuerda ni fantasía minera =/…la bajada fue lo difícil, varios escalones y con sólo dos manos coordinar agarrarte del pasamanos, detenerte el casco cuya correa no sirve y se te cae, no soltar la cámara y estar al pendiente de hacerte a un lado si un compañero se resbala para que no te lleve de corbata (jajaja ay que cruel se leyó eso).

Uy y el callejón del beso… ¡tenía que ver eso!, mi vena de poeta y romántica empedernida me lo pedía a gritos… lo identifiqué de inmediato por las fotos que había visto antes,  me quedé pensando varias cosas… en realidad es tan estrecho que se me hace incómodo tener a los vecinos a un estiramiento de cuello de distancia!... ¿se seguirán besando los nuevos habitantes? Bueno en la actualidad tal vez ya es más fácil pasarse a la otra casa y para que dejar las cosas sólo en el beso jojojo.

Y no podía dejar de ver a mis queridísimas amigas ya residentes de aquellos rumbos, y después de un almuerzo de actualización de las noticias de nuestras vidas, emprendimos la fabulosa aventura de ir a conocer la presa que dejaremos sin nombre porque las 4 residentes no se pudieron poner de acuerdo en qué presa era… un solo auto, 6 mujeres, un camino de terracería y una breve idea del camino nos permitieron llegar a la presa por el lugar equivocado, el lado despoblado… apenas se detuvo la camioneta 100 mosquitos estaban ya parados en el cristal de mi ventana =/ con una apariencia famélica y los ojos sedientos de sangre, hice cuentas… no, definitivamente no me iba a quedar espacio en el cuerpo sin piquete de mosco. Mientras mis matemáticas se complicaban las chicas preguntaron a unos vaqueros sobre unos caballos muy guapos (sí! los caballos eran hermosos) que cómo llegábamos al otro lado de la presa…que no digan que nadando pensé, afortunadamente no y las instrucciones fueron muy claras.

En el camino alguien dijo que quería robarse una vaca y a mí no me asustó ni la aventura, ni las consecuencias legales, a mí lo que me asustó era dónde íbamos a echar la vaca si atrás ya no cabía nada =/.

Llegamos al otro lado de la presa y wow… locales de venta de pescados y mariscos, familias disfrutando, algunos pescando, el aire riquísimo, el contacto con la naturaleza fantástico como siempre y ahí a lo lejos visualizamos un espacio tan destinado para nosotras, que hasta parecía un sueño que nadie hubiera decidido apropiárselo con todo y las cómodas bancas que ofrecía… cuando sucedió el primer piquete de hormiga y el rodeamiento de que fuimos presa entendí la razón. Pero nada más había que respetar sus espacios o subirse a las bancas para estar a salvo y seguir disfrutando de la naturaleza, la compañía, la charla, las anécdotas (jajajaja omitiré las ajenas jajajaja). Fue un día genial!

Decidí quedarme hasta el lunes (bueno en realidad mi jefe decidió que si me daba permiso), y por la mañana mientras mi querida amiga y compañera de viaje dormía, quise dejarla descansar y salir a caminar por la ciudad, ver que hacía Guanajuato por las mañanas en un Lunes, conclusión: ¡abrir tarde todo!, a pesar de que transité por el centro y por calles por las que ya había pasado varias veces tuve que preguntar no 1, ni 2, ni 3, sino 15 veces porque volvía a perderme cada que me metía a un callejón… pero mi sentido de la ubicación y mis despistes, merecen capítulo aparte…

¡Guanajuato, hasta la próxima!


jueves, 9 de septiembre de 2010

Dos pies izquierdos



“Dos pies izquierdos”, uno entiende a la perfección esa frase al verme bailar o al ver bailar a mi compadre y una de mis hermanas, somos las tres personas más arrítmicas que conozco, es verdad debe haber muchas pero yo sólo me divierto con este trío (mmmm eso sonó un poco raro pero sigo hablando de baile).

Con las parejas que he tenido afortunadamente no pasé de bailes en antros y en esos lugares cuando hay mucha gente tienes la fortuna de que te llevan para un lado y para el otro prácticamente con que sueltes el cuerpo y ni tienes que bailar, sólo mueve las manitas y listo!, también puedes usar la técnica de mandarle a bailar con las amigas o decir que esa canción no te gusta, que mejor otra. Pero si ya estás en la pista y es insalvable la situación, no finjas un desmayo (puede ser peor), copia un pasito de aquí y uno de allá de las parejas vecinas, lo más fáciles claro. Aunque yo ni siguiendo estos consejos me quité la sensación de que debía ponerle más empeño a esta actividad así que un día decidí ir a clases de baile.

Pero ni las clases de baile pudieron hacer algo por mi hermana y por mí, yo enfadada porque en el cambio de pareja me quitaban a quien yo había llevado y me ponían a cuanto desconocido se le ocurría a la maestra, ok estoy exagerando, esos desconocidos de los que hablo eran los compañeros de la clase. Pero a mí me estresa el contacto con extraños y no todos olían precisamente a rosas porque estábamos en una sesión de baile en la que uno suda tanto como en el gimnasio pues la situación se complica.

Pero una clase de baile transcurría más o menos así: alineados cual pelotón en desfile, tampoco se formen mucho esa idea porque lo que menos nos veíamos era tan sincronizados como ellos… yo elegía un lugar en la última fila, cerca de la ventana o de la pared, para tener un solo compañero al lado y uno adelante y no los cuatro que podría tener en otro lado, con esto ya reducía significativamente las posibilidades de choques, pisotones y golpes accidentales, bueno no a todos, mi hermana aún siguiendo mi consejo un día se estrelló con la pared jajajaja, una vez acomodados la maestra nos indicaba los pasos (unos 6 a lo mucho) hasta que quedaban supuestamente “dominados” y había que ejecutarlos todos con la música apropiada (y la pareja menos indicada) y comenzaba la lucha, quise decir el baile…

Primer paso, siempre se debe llevar la cuenta del 1 al 8, de preferencia sólo mentalmente…y 1,2,3,4, (pausa)… ayyy ¿cuál paso sigue? (¿esperaban que mi memoria se luciera en el baile? Pues no! =/) 5,6,7,8… aunado a la pelea con mi memoria estaba el estrés por el compañero de baile y su torpeza, mantener la sonrisa (muestra, según la maestra de que uno está disfrutando la música), y voltear a reírme de mi hermana, lo cual convertía la clase en un rotundo fracaso… ¿para que digo más? desertamos =/.

A mi compadre no le ha ido mejor, apenas sintió nostalgia por una ex cuando tuvo ganas de bailar, cuando le pregunté porqué me dijo “porque ella me llevaba muy bien” jajajaja. De él recuerdo una noche en que con una amiga nos pusimos a bailar los 3 y ella tan buena bailando =). Mi compadre y yo queríamos como en paso hawaiano irnos saliendo a discreción pero ella nos regresaba y pedía que nos soltáramos… jaaaaaaa como si esa rigidez del cuerpo y de los pies nos obedeciera!... querido no te preocupes, no diré tu nombre, pues casi te estoy escuchando decirme: “¡No me ayudes compadre!”.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

IMSS y seguridad


Hace unos 3 años me dieron de alta en el IMSS por primera vez como trabajador@, ayer apenas fui a la honorable institución llevando mi “sagrada hoja rosa”, hice una pequeña fila en una ventanilla donde tuve que explicar que era la primera vez que me aparecía por ese lugar, después de una rápida verificación de mis datos tuve que hacer fila en otra ventanilla, ésta vacía porque quien la atendía pasó más de 15 minutos sin aparecer =/. Cuando apareció el joven me preguntó si prefería atención matutina o vespertina y me sorprendí que no me dieran la que se les antojara jajajaja, pedí vespertina. “Muy bien su consultorio es el 10 vespertino, pase a que le entreguen su cartilla”, me dijo (desde luego no la militar pensé y espero tampoco sea lo que mamá llama “leerle la cartilla” a alguien jajajaja), tuve que recordarle que era nueva y no sabía donde estaba ubicado, me señaló amablemente el lugar y allá me dirigí.

Pregunté amablemente a la señorita asistente del consultorio 10, quien por cierto mi gaydar me dice que es del clan (no pregunten porqué, mi gaydar no me da explicaciones), y me pelea que voy al 9 y yo que no que me dijo 10, se va a investigar y a mí no me importa que camine, ella tiene la culpa por dudar de mí. Regresa y dice que me confundió con otro caso, que espere a la de medicina preventiva y ahí me dan la cartilla. Sonrío (triunfante) y me siento a esperar que aparezca la enfermera que ahí atiende.

Mientras tanto el proceso de credencialización en todo su esplendor sucedía casi enfrente de donde yo esperaba. Me emocioné, pensé que podía hacer ese trámite de una vez, hasta que leí “Ya no hay más fichas el día de HOY” =/ jaaaaaa ya decía que era demasiado bello para ser cierto. Registré mentalmente los requisitos para la credencial (frase que significa: “Leí y ya olvidé”), pregunté a una señora que estaba por pasar sobre hasta qué hora dieron ficha y me enteré que ella llegó 6 a.m., que los primeros de la fila 2 a.m., que las fichas comienzan a darlas 8 a.m. y en ese momento te dicen un estimado de la hora en que pasarás a la foto, a ella le dijeron 6 p.m. y no estaban tan errados pues eran 6:20 y estaba a punto de pasar. No, si estaba visto que había que tener determinación y el día libre para poder ir al trámite de la credencial!

El proceso al tener ficha era: esperar a que lo mencionaran, entregar documentos originales, verificar datos, pasar a tomarse la foto, acomodamiento de la cámara a menudo por diferencia en la altura de los asistentes. Me pregunto si no es más fácil decir, agáchese tantito, párese de puntitas… jajajaa ok no, creo que se complica… posterior a la foto hay que poner la huella de 4 dedos, ahí no supe si por error humano o porque así era el proceso pero el señor puso 3 veces su mano derecha y 2 su mano izquierda =/, después su firma en una pantalla, yo con la boca abierta esperaba que el siguiente paso fuera el reconocimiento con un escáner de retina! jajaja afortunadamente no fue así, pero la credencial es prácticamente infalsificable y desde luego casi intramitable! =/

Era mi turno en medicina preventiva…la chica muy amable (no vuelvo a confiar en esas de cara amable), me hizo preguntas, llenaba mi cartilla y entonces de la nada me llevó a pesarme, medirme, tomarme la presión y picar mi dedo para medir glucosa y colesterol…Ouch primer piquete en dedo… y ella apretaba mi dedo y la gota que se resistía a salir, y me llamó coda y dijo tendría que picarme de nuevo AYYY segundo piquete que dolió más, apretó de nuevo mi dedo y obtuvo la gota deseada, mientras medía una cosa mi dedo y la gota siguiente tuvieron que esperar educadamente para el siguiente análisis, segunda gota salió ya sin apachurramiento de dedo, las siguientes gotas ya innecesarias tuvieron que detenerse con un algodón empapado en alcohol Uff… siguiente paso vacuna de sarampión/rubéola y ya todo mi ser aterrado no daba crédito a lo que estaba pasando en lo que debía ser una tarde común y corriente!!!

No accedí al papanicolau y escapé lo más rápido que pude… esta mujer era capaz de operarme en ese momento, sacarme la matriz o hacerme parir sin embarazo previo!... ah pero tan bella ella, pensando que me daba una recompensa del estilo paleta para niño engañado por doctor, sacó varios condones y me los obsequió… Mmmmm bueno, supongo pensó que dado que ella me provocó solamente dolor, el placer tenía que salir a buscarlo yo, eso sí, bien protegida!